Nuevo episodio de Teología del poder en Humo y espejos con los incomparables Ivón García y Ramírez Álvarez.

Tradicionalmente, asociamos a Estados Unidos con la imagen de Babilonia, la "ciudadela satánica", una sociedad de consumo posmoderna. Esto tiene bases, pero solo parcialmente. En la lógica espiritual de las acciones de la Casa Blanca, aún hoy, aunque más débilmente, se puede observar la influencia del protestantismo estadounidense (como lo demuestra el famoso Billy Graham, "confesor" de los presidentes de Washington), el judaísmo (debido a que varios miembros de la administración están directamente vinculados con el sionismo) y... lo que podría llamarse de manera relativamente neutral como tendencias sincréticas, que incluyen las ideas delirantes de los globalistas, así como las abiertamente satánicas y las simplemente ilógicas y perjudiciales. Esta parte sincrética también incluye a los representantes de cultos religiosos modernos, desde el neopaganismo hasta el satanismo, que en Estados Unidos ya están institucionalizados.

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China es un país postcomunista, aunque aún conserva estrictos atributos comunistas y un sistema de gestión autoritario. El pueblo chino es disciplinado y pacífico, lo que claramente permite que el gobierno no enfrente una gran resistencia a su autoritarismo. En los últimos años, China ha sometido la libertad tibetana, y el destino de los uigures es trágico. Vemos en China un "hegemon inverso", algo similar a un nuevo URSS, con aspiraciones de liderazgo mundial, y una capacidad de copiar la creatividad de los "poetas blancos", no solo copiando, sino repitiendo durante mucho tiempo los éxitos y produciéndolos en masa. Recientemente, China ha irrumpido en el campo de la literatura de ciencia ficción, consciente de la importancia de este sector para el desarrollo científico y técnico. Ya vemos cómo sus libros son adaptados al cine y conquistan al mundo... El sistema de copia de China tal vez no supere a Estados Unidos, pero sí será capaz de mantener el nivel durante mucho tiempo. Esto coincide con la fórmula de Confucio, que influyó fuertemente en la aristocracia china, "transmitir, no crear".

Más detalles en el enlace: https://youtu.be/upQvf8uMaDE?si=QcdIoUodkW3zFIMj

Fuente:
https://t.iss.one/novaresistenciabrasil/33587

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